ENTRE NOSOTROS...

Entre nosotros...

Me hallo aquí, hoy, placentero,
pensando en ese momento,
en que os reúna un café.
Este, al que yo os convido,
y que al oler su aroma, diréis:
“Solo es un café Nespresso”.
Pero al primer sorbo veréis,
que en ese líquido oscuro,
he puesto mi gratitud,
mi empeño, en que celebréis
a mi lado, en la distancia,
sesenta años de historia.
Consciente soy, que son muchos,
que me canso más que antes,
que me falla la memoria.
Mas, por favor, no sufráis,
Que yo no os pienso olvidar.
Solo olvido a los mediocres.
Vosotros sois mucho, pero mucho más.
Beti. La más grande emperatriz, cuadrando caja.
Elena. La voz del contestador y gran señora… ¡Eso sí!.
Laura. La sonrisa morena que te recibe al llegar.
Mari Carmen. Como yo, embajadora, pero mil veces mejor. (claro… es mujer).
Agar. Parece invisible, pero siempre está.
Israel. Capaz de conseguir un amigo, en diecisiete kilómetros.
Miguel Ángel. Su serenidad…, mi asignatura pendiente.
Josep. Mi respeto más absoluto como jefe. Para mí, el mejor.
(Comprenderme compañeros, tengo previsto pedir aumento de sueldo)
Rubén. Simplemente…., pero simplemente… Chapeau (Chapó)
Gracias, compañeros, por aceptar,
esta invitación sencilla.
Levantar juntos la taza,
después de ponerle azúcar,
y gritar todos al viento:
“¿A esto llama invitación…?
El Francesc, se va a enterar.
Cuando aquí cumplamos años
y le invitemos a él,
a una buena mariscada,
con buen cava y buen café”.
Compañeros os comprendo,
y quizá tenéis razón.
Desde ahora yo me apunto
a vuestra celebración.
No sé quien cumplirá primero.
Tramitarme información.
Hasta entonces os envío:
a vosotros, un abrazo (repartirlo según coeficiente)
Y para vosotras besos. Besos…, pero un montón.
Gracias por “tó” compañeros.