MI SOMBRA Y MI MUSA

Mi sombra y mi musa

Me gusta andar con las primeras luces del alba,
y dar los buenos días al sol, por las veredas.
Mientras camino voy cavilando mil historias,
que hasta escribirlas, las archivo en mi memoria.
A mi vera, me acompañan, dos leales escuderas.
La una, juguetea por los suelos. Es mi sombra.
Mi sombra. Leal, pero al mismo tiempo infiel,
porque cuando el sol se va, ella se va con él.
La otra, mi musa. Casi terrenal, casi divina.
Porque sin estar... está. Yo la presiento,
mitad princesa de mis cuentos,
mitad diosa de mis infiernos.
Caminar bien pudiera ser la excusa,
para estar solo con ellas,
con mi sombra y con mí musa.
Con paso presuroso, y sosegado el pensamiento.
recorro los caminos exentos de agitación,
para oír con atención el susurro de mí musa,
cuando al oído, bajito, me regala inspiración.
Inspiración, con la que voy urdiendo relatos,
que después retocaré, una vez, o un ciento,
antes de darles alas, para que emprendan el vuelo.
Me gusta andar, y al andar, creer que estoy soñando, 
y soñar que estoy volando, y volar hasta una nube,
y en esa nube, entre sus brumas, perderme,
y aparecer en una alhacena de sentimientos,
y con la ayuda del silencio, crear nuevos relatos.
Relatos que hablen de amores y desamores,
de sueños creíbles y despertares imposibles,
Relatos cortos o largos, tiernos o insensibles,
que no parezcan ficticios, aunque no sean reales.
Relatos de fábulas, de quimeras y de fantasías,
que inciten a pensar,  a presentir, a sospechar,
a imaginar, a reír, a dudar, a llorar…
Con el fin, si soy capaz…
de transmitir a los demás,
esos trocitos de vida,
que vienen a mi cabeza,
mientras con mi musa camino,
y con mi sombra también, 
que si hay sol… viene conmigo.